martes, 15 de mayo de 2012

Golpes




Comienzas moviendo suave, notas como tus gemelos empiezan a coger temperatura y poco a poco te vas soltando, vas alternando la guardia y comienzas a marcar.

Primero lo haces tímidamente tanteando el tacto del saco buscando sus puntos débiles, buscando las costuras y las zonas mas desgastadas.... ¿Para que no duela?

No, hoy no, hoy tienes ganas de que te devuelva los golpes, tienes ganas de partirte la cara con el, quieres emplear tu propia fuerza contra ti, notar como se te pelan los nudillos y como se te hincha la mano, notar como con cada golpe el dolor va aumentando hasta que comienzas a dejar de percibirlo.
Manos magulladas, piernas cansadas... no importa.

Lo has hecho, has dejado que la rabia tome el control y por primera vez en cuenta de tragártela la has escupido.

Vuelves a sentirte vivo.


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