Cuanto más leo, mas
aprendo y más me informo, mas me doy cuenta de que solo somos marionetas que
bailan en este mundo de mierda al son que quieren unos pocos, desde medios de
comunicación pasando por políticos, empresas o cualquiera que nos provoque una
profunda admiración o un profundo rechazo, somos susceptibles de todo y de
todos, somos hojas que se lleva la corriente de un lado a otro.
Pocos periódicos hay hoy
en día que no tengan afán de lucro, los que menos informan de lo que quieren
que veamos y el resto de lo que quieren hacernos ver. Abanderados políticamente
por un partido u por otro o simplemente más partidarios de una forma de pensar
que cualquier otra ejercen poder sobre aquellos que lo leen (más afines a ese
medio en primer lugar, reforzando sus propias creencias sobre los temas
expuestos en la publicación) y reforzando también las tendencias de aquellos
contrarios a esa manera de ver la realidad que acudirán a su diario o
noticiario de confianza buscando justificación a sus pensamientos.
Todo esto me lleva a pensar
si la palabra verdad está sobrevalorada, si realmente existe o si es
simplemente el cristal del escaparate de unos y otros para escudar su
propaganda y sus acusaciones a los detractores de la misma creando un fuego
cruzado entre ‘’verdades’’.
Todos sabéis como está el
patio últimamente, sobres por un lado, duques por otro ( y todo lo que no
sabremos de CADA UNO DE LOS BANDOS) pues bien, ¿no es curioso que en estos
tiempos que corren en el que la mentira es una constante del panorama nacional
una de las palabras más utilizadas sea VERDAD? ¿Esto solo pasa aquí?
En respuesta a lo
anterior mi punto de vista es el siguiente (espero no fastidiar a nadie la película
asi que quienes no hayan visto Matrix recomiendo que la vean antes de seguir leyendo)
Partamos de que nuestra
realidad depende de unos pocos, todos esos que tienen las llaves del bendito
papel verde, del oro negro y de las planchas de impresión. Ellos construyen
esta realidad para que nosotros la vivamos, construida sobre unos valores
universales que quien mas quien menos (temas culturales y educativos) trata de
moldear y adaptar a cada uno de ellos. ¿Qué pasa? Que cada uno de aquellos que
manejan este mundo no son independientes del pensamiento colectivo y de la
manera de actuar (entran otra vez temas como la educación y las diferencias
culturales) por eso cada uno defiende su modelo de realidad como el mejor.
Y todo va bien hasta que
la fina línea que separa el mundo de los que mandan con el mundo de los
subordinados se rompe y deja escapar cualquier tipo de acto inadmisible y que
choca con la manera de percibir ese mundo que se nos ha dado.
Porque quien más o quien
menos en España ha robado (con robar me refiero a cualquier tipo de conducta
tipificada en el código penal como delito mayor o menor) y mientras suene la canción
y todo el mundo baile aquí no pasa nada.
¿Pero cuando aquellos que
disponen esta realidad lo hacen (en su escala de poder, que es grande) y hacen
temblar los cimientos de nuestra realidad que pasa?
Entonces que es mejor
¿Ignorar y vivir tu propia realidad? O ¿Conocer y hacer mala sangre?
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